domingo, 15 de marzo de 2015

La Plaza Mayor de San Cristóbal

 La Plaza Fundacional de San Cristóbal
 Preámbulo a la Catedral.



Autor: MGs. Luís Alberto, García Arellano.
Integrante del Grupo de Investigación UNATICFORPRO
Universidad Nacional Abierta, Centro Local Táchira.
II Congreso de Historia Eclesiástica del Táchira

La plaza, es un componente esencial en la organización de las ciudades. Está presente desde civilizaciones arcaicas y metrópolis antiguas hasta la actualidad. Estos espacios por lo general están destinados a la socialización e intercambio entre citadinos y foráneos. En la Grecia del el siglo IV AC, se les denominaba ágoras y en las ciudades romanas “foros”. A posterior, en la edad media, era un ensanchamiento de la calle que se utilizaba como mercado. Con el renacimiento retorna la importancia estética de la plaza; ostentando la belleza y abolengo, convirtiéndose en icono imagen de la ciudad; las plazas precedían catedrales, iglesias y los edificios más importantes de la urbe; de esta manera surge la clasificación de plazas mayores y menores.
     Al llegar el colonizador europeo a tierras americanas, evidenció que en las civilizaciones precolombinas, en diversas ciudades y asentamientos ya existían espacios o centros ceremoniales comunes que precedían a templos y palacios. Al respecto Konetze, R. (1977:23) al hablar de los Aztecas señala que “La arquitectura urbana se caracteriza por los suntuosos palacios de los nobles (…) parques esplendidos rodeaban los palacios”. En la colonización española, el período de exploración y fundación de ciudades, se rige por reglamentos oficiales de la corona española. En este sentido, Montezuma, (1992:219) señala que “En 1573 Felipe II reglamenta a través de las leyes de indias, la colonización americana (…) Refieren a la fundación de ciudades, señala la plaza como un punto nodal urbano que, conjuntamente con los edificios más importantes, organizan el núcleo poblado”. En el nuevo mundo, en torno a la plaza se desarrollan actividades de tipo: político, social, económico y religioso. Donde la construcción planificada de ciudades, se ajustó al modelo de construcción urbana andaluza de la península ibérica. En este orden de ideas, “Konetzke, (1977:31), expresa que “Esa forma de trazado que delimita mediante red de calles paralelas, cuadriláteros edificados y que se conoce como esquema ajedrezado”. Estos lineamientos se tomaron en cuenta en la fundación de la Villa de San Cristóbal, donde la intervención del colonialismo español transformó el Valle de las Auyamas, hasta ese entonces habitado por aborígenes, como los Corcas, Chucuries, y Taribas entre otros. Así, dio paso a una nueva configuración de la relación hombre medio. El capitán Alonso Pérez de Tolosa incursiona en 1547, en este valle del río que más tarde llamarían Torbes, posteriormente bautizado por Rodríguez Suárez el 25 de Julio de 1558, con el nombre de Valle de Santiago. A tal efecto, Ocampo, J. (2001) Señala:

El 2 de enero de de 1560, el Procurador de Pamplona, Don Francisco Sánchez, había dispuesto que se fundara una pequeña villa a medio camino entre Pamplona y Mérida. Ello señala que desde Pamplona, ciudad del Corregimiento de Tunja, se proyectó y se culminó la fundación de San Cristóbal. (pág. 22).

     En este orden de ideas, el autor antes citado expresa que “La categoría de Villa se daba también como una distinción a una población, con preeminencia en una determinada región; era una categoría inferior a la de ciudad” (pág.17). A tal efecto, Villamizar J. (1992:75) señala que “la Villa de San Cristóbal fue fundada el 31 de marzo de 1561 por el Capitán Juan Maldonado Ordóñez y de Villaquiran. Sus primeros pobladores fueron unos treinta vecinos y soldados de Pamplona.” Eminentemente, en este momento acontece el ritual de fundación y posesión del lugar; el cual consistía en que el conquistador al fundar una villa o ciudad, debía cumplir con una serie de requisitos: legalizar el acto ante un escribano, nombrar funcionarios administrativos y de gobierno, proceder a la distribución de tierras y encomendarle indígenas a quienes las recibían, así como también planificar el espacio de la ciudad. Donde debía de ubicarse la Plaza Mayor, el local para el Cabildo, la Iglesia, las calle, las viviendas y a posterior su construcción. En este sentido, Castillo Lara, (1987) relata que:

El Capitán fundador, señaló frente a la plaza un solar para la Iglesia Mayor de la Villa colocada bajo la advocación de San Sebastián. Hizo poner una cruz y se hincó de rodillas junto con todos los presentes, e hicieron oración. Fijó después el sitio para las Casas de Cabildo, en donde tratar las cosas convenientes a la República de esa Villa y la Cárcel. (pág.25) 

    El espacio geométrico en el cual se ubica el núcleo fundacional de la Villa de San Cristóbal; se toma como puntos de referencia el río Torbes, y las quebradas: Bermeja, el Tejar y la Parada. Más tarde, con la fundación de la ciudad de La Grita por Francisco de Cáceres en 1576, alteró por mucho tiempo el desarrollo de la Villa. La Grita toma mayor relevancia y la Villa llega a la condición de una simple aldea. A principios del siglo XVII, estaba formada aproximadamente por ciento sesenta personas, a casi un siglo de su fundación. Para esta época, los edificios y espacios públicos sobresalientes eran: la Plaza Mayor, la Iglesia Primitiva, la Barranca de Filisco, la senda de Madre Juana y el convento de San Agustín. Se extiende hacia el Este y sólo unas cuantas manzanas, alrededor de la Plaza Mayor, Allí se concentraba el poder local, religioso, civil y militar. Al respecto relata el cronista Ferrero Tamayo:

Una villeta de cristianos conforme decía el cabildo pamplonés, comenzó a crecer allí donde yergue nuestra catedral. A ella quedaron sujetos los poblamientos indígenas de Táriba, Guásimos, (Palmira), Aborotá, Lobatera, el Cobre, Capacho y otros grupos aborígenes sometidos en las riveras de los ríos Zulia y Catatumbo. Desde entonces (fines del XVI) la Villa transitó subordinada a los corregimientos de Tunja, Mérida, y posteriormente a Maracaibo. (1986:3)

     El primero de enero de 1562 se conforma el primer Concejo Municipal de la villa de San Cristóbal con sus alcaldes y regidores; dependió del Corregimiento de Tunja hasta el 10 de diciembre de 1607 cuando fue creado el Corregimiento de Mérida. Así permaneció hasta finales del siglo XVII al ser anexada la Provincia de Maracaibo a la Capitanía General de Venezuela. Entre el 1600 y 1700 la Villa presentaba características de aldea con una pulpería, las casas y el cabildo eran de paja, sólo el archivo, que funcionaba en una enramada que era de teja. Es hasta 1680 cuando se construye la primera iglesia de ladrillo. El crecimiento de la villa entre los siglos XVII y XVIII, fue realmente lento, mantuvo el modelo ajedrezado o cuadricula, con orientación hacia el Este.
     Cuando Bolívar, hace presencia en la Villa de San Cristóbal en 1813, en la entrada triunfal de la Campaña Admirable; y a posterior e el año de 1820 con el proceso emancipador, la villa tenía entre 1500 a 2000 habitantes. La mayoría de las casas eran ranchos de paja y solo un tercio de las residencias eran de teja. A posterior, para el 14 de marzo de 1856 se crea la Provincia del Táchira por el Supremo Congreso Nacional formado por los cantones de: La Grita, San Antonio, San Cristóbal y Lobatera. A causa de este hecho trascendental, San Cristóbal pasa a ser la capital de la provincia por decreto del Congreso Nacional. En ese entonces cuenta con una población de 3.500 habitantes. Para el año de 1875 el terremoto del 18 de Mayo hace estragos en la urbe. Al respecto Becerra S. (1998), reseña que:

En 1878 un gran número de ciudadanos encabezados por el Cura y Vicario de San Cristóbal, José Concepción Acevedo, dirige una carta a los Senadores y Diputados de la Nación, pidiéndoles la colaboración para la reconstrucción de los templos de la Villa que yacían postrados a causa del terremoto del 18 de mayo de 1875.
(Pág. 35.)

    Esto permitió reconstruir los espacios adyacentes a la plaza. Para esa época, en el atrio de la Plaza Mayor se celebraban actos de tipo social, como la reunión de ciudadanos; en lo político la entrega y recibimientos de cargos oficiales y en lo religioso  el transitar de procesiones entre otros. Luego a partir de  1883, época en que Antonio Guzmán Blanco fue Presidente de Venezuela, decretó que las Plazas Fundacionales de uso común  deberían  cambiar de nombre para convertirse en “Plaza Bolívar” en honor al Libertador de Venezuela. Es para el año de 1912, el 25 de octubre, que esta plaza deja de ser la Plaza Bolívar y se le denominará Plaza Miranda, pues el epónimo de Bolívar se traslada a la denominada Plaza Páez o antigua plaza del pantano. Al respecto Villamizar J. (1992), Expresa que:

Después del Centenario de la Independencia, como la mencionada Plaza Bolívar ubicada frente a la Iglesia Matriz quedaba en un extremo de la ciudad y San Cristóbal se había expandido notablemente hacia la región del este, la Plaza Bolívar fue trasladada al corazón de la ciudad de entonces, la plaza que antes se había llamado el Pantano, Plaza del Mercado Cubierto, Plaza Guzmán Blanco, Plaza Central y Plaza Páez (Pág.558).

     La Plaza fundacional o Plaza Mayor, que luego se le llamaría a partir de 1883, Plaza Bolívar, hasta 1912, y a posterior Plaza Miranda, hasta el año de 1960, nuevamente cambia de nombre. Al respecto, Hernández L. (2012:361) señala que "la Plaza Miranda, ubicada frente a la Catedral, es designada por la Cámara Municipal con el nombre de Plaza Juan Maldonado, en honor del fundador de la Ciudad de San Cristóbal, el 10 de octubre de 1960”. A posterior, para 1961, al celebrarse el cuatricentanario de la fundación  de la Ciudad de San Cristóbal, la Plaza se inaugura con el epónimo de Juan Maldonado, debelando una escultura ecuestre en bronce de Juan  Maldonado de Ordoñez y Villaquiran realizada por el escultor Arturo Rus Aguilera.
     Actualmente, la Plaza Juan Maldonado, posee amplio espacio abierto, con caminerías en piedra y cemento alternando con amplias zonas verdes con abundantes arboles y jardines Entre los arboles que la embellecen se encuentra un Samán, se cree que es uno de los más antiguos de la urbe. Por cuatrocientos cincuenta y un años ha sido el preámbulo de la Iglesia Matriz, hoy Catedral. Según la nomenclatura urbana actual se ubica en la carrera 2 entre calles 3 y 4, Abarca 6.202 m². Es la plaza más antigua,  lugar generatriz o fundacional de la ciudad, hasta que la orientación urbanística hace que se traslade el centro comercial y político de la urbe a otros espacios quedando solo las Autoridades  Eclesiásticas residentes en el  Palacio Episcopal y el Edificio Nacional, sede de los Tribunales de la Región.
     Esta  plaza, entonces dejó de ser el centro social y cultural de la ciudad para convertirse en un lugar poco utilizado escasamente en algunas actividades culturales anuales en el marco de la Feria Internacional de San Sebastián. Ante dicha situación, es importante reflexionar y comparar el rol que desarrollan espacios similares como la Plaza Bolívar de Caracas o, la de Mérida que fueron lugares fundacionales de estas urbes, y que aun mantienen  sedes de poderes civiles, militares, políticos y religiosos en sus costados; al igual que museos, teatros, café, entre otros lugares para el ocio, esparcimiento, tertulia, descanso y socialización. Esto permite que sean áreas para el desarrollo de actividades culturales, tal es el caso del teatro histórico que se desarrolla actualmente en  la Plaza Bolívar de Caracas.
     Finalmente, el lugar denominado Plaza Fundacional o Juan Maldonado, es el preámbulo de la Catedral de la Ciudad de San Cristóbal. Este espacio, debe ser visto como un lugar repositorio de vivencias y experiencias, testimonio y símbolo del imaginario histórico colectivo que identifique al tachirense, y por ende, debe valorarse como una joya del patrimonio histórico cultural de la Ciudad de San Cristóbal.  


Referencias Bibliográficas.

Becerra Sonia (1998) Catedral de San Cristóbal.
     Biblioteca de Autores y Temas Tachirenses. San Cristóbal, Venezuela. 

Castillo L. Guillermo (1987) Elementos Historiales de San Cristóbal Colonial.
      El Proceso  Formativo. Biblioteca de Autores y Temas Tachirenses. Tomo 91.
      Pàg.175

Ferrero T. Aurelio. (1986) San Cristóbal a Través de los Años.
     Caracas, Impreso en Venezuela por Italgrafica S.R.L.

Hernández, Luis (2012) Cien Años de Historia Tachirense, 1899-2000.
     Editorial PROCULTA, C.A. San Cristóbal, Táchira.

Konetzke, Richard. (1977). Los Indios americanos: sus culturas y su actitud frente
     a los conquistadores blancos. En América Latina II. La época colonial.
     Siglo XXI Editores, Historia Universal Siglo XXI Vol. 2. México.

Montezuma  Fernando. (1992) La Plaza y sus Transformaciones.
      Bogotá Editorial Escala.

Ocampo, Javier. (2011) Los Orígenes Fundacionales de la Villa de San Cristóbal
        y el Antiguo Corregimiento de Tunja.  Fundación Fondo Editorial Simón  
        Rodríguez. San Cristóbal, Venezuela.

Villamizar J. Molina. (1992), Ciudad de San Cristóbal Viajera de los Siglos.

       Alcaldía del   Municipio San Cristóbal.  San Cristóbal, Táchira.  

Taller Uso de las Fuentes en la Investigación Histórica Local

     En este taller se manejo lo relativo a la selección, uso e interpretación de las fuentes en la investigación histórica. El mismo se desarrolló el pasado semestre, y en vista de la aceptación y que varios estudiantes han manifestado querer hacerlo, lo dictare en el próximo mes de abril de 2015.
     El mismo es totalmente gratuito, solo debes aportar una colaboración por el costo del certificado. Su duración es de 20 horas, dos jornadas presenciales y el complemento a distancia.

                      MSc.  Luis Alberto García Arellano.

La Plaza Sucre de San Cristóbal

Plaza Sucre La Plaza Sucre, la cual forma parte de un conjunto de edificaciones importante de estructuras arquitectónicas que aún perduran hasta el presente como producto de aquellos modos de vida que surgieron basados en el soporte económico brindado por el auge cafetalero y que se manifestó en los modos de vida e intereses apócales. En ella están impresas manifestaciones de instituciones, leyes, tradiciones, creencias y la influencia que en la concepción de los citadinos y foráneos ha ejercido estos monumentos que hoy día se convierten en fuertes tangibles de los cuales se puede extraer información del pasado histórico del Táchira y su incidencia en la historia Nacional Venezolana. La plaza Gran Mariscal Antonio José de Sucre de la ciudad de San Cristóbal, puede verse como un espacio lugar testimonio de la memoria histórica colectiva de la ciudad. Es importante destacar que para finales del siglo XIX y principios del siglo XX, tiempo en que se consolida la plaza Sucre, el sector cafetalero del Táchira se destacaría en la economía nacional. Y desde 1783, el Táchira se considera como la región venezolana con mayor producción cafetalera y, en consecuencia, genera los mayores ingresos en divisas al erario Nacional. Es la actividad comercial del café que género el caudal de recursos económicos a varios hacendados tachirenses, lo que le permitió al andino participar en la economía de la Republica y ganar espacios en la política nacional, e integrar la región de los Andes al resto del país. Lo antes descrito, genera cambios en la estructura urbana de la ciudad: obras civiles que reflejan el empleo de nuevas tecnologías inciden en la mejor calidad de vida del citadino. Cabe destacar que para la época en que el General Pedro Murillo, era el presidente del estado Táchira, empezó la reconstrucción de la plazoleta de San Sebastián, ya que esta había sido un espacio abierto de múltiples usos; sitio para las bestias pastar, venta e intercambio de ganado, entre otros. No es hasta el 6 de enero de 1895 la Municipalidad de San Cristóbal, le da el nombre de plaza Sucre "Considerando que es deber de la municipalidades perpetuar la memoria de los grandes hombres que han dado gloria y honor a la patria". Por las razones antes descritas, la Plaza Sucre, se perfila como un espacio para la interacción social, pues se constituye en el segundo núcleo generador urbanístico de la ciudad de San Cristóbal. El 19 de Diciembre de 1915, fue reinaugurada la plaza en honor al Gran Mariscal Antonio José de Sucre, bajo la ordenanza del General Eustoquio Gómez. La plaza se convierte en un lugar para resaltar la fecha en que Juan Vicente Gómez toma el poder político de la nación venezolana; materializándose como ícono del poder político gomesista. Posteriormente, en 1922, se complementa su estructuración con la construcción del palacio de los Leones y la implantación de un nuevo diseño para la Plaza Sucre, obras que en términos generales, aun conserva sus diseños originales. El entorno del la plaza Sucre, era un lugar de abolengo, y las edificaciones que allí existían, guardaban armonía con la plaza. El estilo de la plaza es un estilo de parque inglés, género que imperaba para el momento de la construcción conformada por elementos internos como: caminarías, con avenidas de mosaicos, jardines, bancas, aceras y brocales. La estatua del prócer Mariscal Antonio José de Sucre, junto con la glorieta, incorporándose la fuente de tres arcos que simboliza las tres batallas: Ayacucho, Junín y Pichincha, son los elementos centrales de la plaza. De este lugar se apropiaron músicos, poetas y otros artistas, que atrajeron al citadino y visitante. Se dio inicio a las primeras retretas, lo que hizo que la plaza adquiriera más importancia en el intercambio social y cultural. En conclusión, esta plaza es un ícono en el esquema mental del sancristobalense. Y se puede afirmar que en la actualidad la Plaza Sucre es un lugar cimentado de vivencias; es un monumento acumulativo que evidencia modos de vida, cambios de las sociedades que lo han constituido a lo largo del tiempo.
                                                        

 Fuente: Luis Alberto García Arellano / Heurística
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"La Historia es la Ciencia de los hombres en el tiempo" Marc bloch

Este recurso pretende apoyar a aquellos estudiantes y personas interesadas en la investigación geohistorica local.